Reseña N°4: Diario de Ana Frank

Título: Diario 
Autor: Ana Frank
Número de páginas: 304
Género: biografía, historia
Sinopsis: Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Ana tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidos y enviados a campos de concentración. 
En ese lugar y en las más precarias condiciones, Ana, a la sazón una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Ana y sus acompañantes. Ana murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.

Es increíble poder empatizar con una niña que vivió durante la Segunda Guerra Mundial. Y, sobre todo, es increíble que a pesar de lo difícil de su vida nos transmite esperanza con su historia. En esos años terribles que tuvieron que pasar, el diario se convirtió en una suerte de confidente para Ana.

Leer este diario te transporta al Anexo donde Ana vivió junto a su familia, a la familia Van Pels y al dentista Fritz Pfeffer. Podemos entender lo difícil que fue estar escondido, sin hacer ruido y con miedo a que te descubran. 

Ana es una niña judía en crecimiento. Nos cuenta la vida diaria en sus años de encierro, las relaciones con los miembros del Anexo y con las personas que los ayudan desde afuera, sus opiniones e ideología y sus cambios personales. Durante el transcurso de su historia se puede apreciar también cómo Ana va madurando.

Lamentablemente, sabemos que la historia termina de forma trágica, al igual que la vida de los más de cincuenta millones de víctimas que la Segunda Guerra Mundial se llevó. Otto Frank (padre de Ana) fue el único sobreviviente de la familia y quien publicó el diario de su hija en su memoria.

En definitiva, este es un libro que creo que todo el mundo debería leer aunque sea una vez en su vida. No por la historia en sí, si no por el significado que tiene.